La educación dual, un impulso al empleo de calidad
La educación dual, un impulso al empleo de calidad
En CINDE, somos optimistas sobre el futuro de Costa Rica. En nuestros 37 años de trabajo, hemos sido testigos de la capacidad de nuestro talento humano y de su habilidad para adaptarse en el tiempo a la dinámica internacional de los negocios.
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En CINDE, somos optimistas sobre el futuro de Costa Rica. En nuestros 37 años de trabajo, hemos sido testigos de la capacidad de nuestro talento humano y de su habilidad para adaptarse en el tiempo a la dinámica internacional de los negocios.
Hoy, enfrentamos un nuevo reto, se llama la cuarta revolución industrial; pero a la vez, representa la gran oportunidad de posicionar al país en la nueva economía del conocimiento, todo por supuesto, de la mano de nuestro recurso humano.
La única forma de afrontar el reto está en la educación. En CINDE, conscientes de ello, damos nuestro total apoyo a todas aquellas iniciativas que fomentan la mejora de nuestro talento.
Es por ello, que vemos con gran agrado los avances en el proyecto de formación dual, el cual, pretende combinar la educación formal con prácticas profesionales en empresas del país. Este programa viene a ser una de las propuestas más importantes de los últimos años, para reducir la deserción y la desigualdad, aportándole a los sectores más vulnerables las herramientas para poder optar por empleo de calidad.
Ciertamente, el mayor éxito de este híbrido de aprendizaje en el mundo es liderado por la República Federal de Alemania, donde dos terceras partes de la población, han desarrollado sus capacidades bajo este modelo. Dicha nación, basa su economía en un programa de educación dual, en el cual el 50% de sus jóvenes tienen la opción de capacitarse en alguno de 326 oficios.
No en vano, la República Popular China, ha sido una de las naciones que ha intentado seguir esta corriente, con el interés de generar mayores índices de movilidad social.
Las claves para el desarrollo pleno de nuestra población se basan en completar su educación y obtener buen empleo. Una población que se desarrolle profesionalmente nos traerá menos desigualdad, menos pobreza, más seguridad, más innovación, mayor recaudación tributaria y un sinfín de beneficios. Sin modernizar nuestro sistema educativo, no podremos aprovechar los grandes beneficios de la apuesta económica del país, ni el gran talento que tenemos los costarricenses. Debemos movernos en esta dirección antes que el desarrollo nos deje atrás y perdamos nuestra oportunidad.
Desempleo vs educación
La única forma de atender el desempleo de forma permanente es por medio de la educación. Todo pasa por la formación del talento humano y en ese sentido el proyecto que está en la corriente legislativa, es un paso importante en esa dirección.
Los jóvenes deben apostar hacia carreras universitarias y grados técnicos que les permitan alinearse con el modelo de desarrollo costarricense; sin embargo, como país debemos asegurarnos de darles las herramientas adecuadas para lograrlo. Es de vital importancia que nuestro modelo educativo y económico lleven una misma dirección, lo que demanda una mayor colaboración entre las empresas privadas y nuestras instituciones educativas como los son el MEP y el INA.
Actualmente, la brecha entre oferta y demanda de técnicos especializados hace que muchos de los puestos ofertados por las empresas no puedan ser ocupados, dejando escapar una oportunidad de oro para impactar positivamente en el tema de empleo.
Según datos de la Encuesta Continua de Trabajo que ejecuta el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (2019), entre octubre y diciembre del año anterior se reportó un 12% de desempleo, el más alto desde que inició dicho estudio en el 2010, esto representa a cerca de 300.000 personas sin empleo.
Al comparar las cifras con respecto al mismo periodo del año anterior, 89.500 personas más se encuentran desempleadas, y casi la mitad de estas se encuentran en el rango de edad de los 15 a 24 años y con secundaria incompleta. Estos números nos invitan a reflexionar si estamos preparando adecuadamente a nuestros jóvenes para atender las demandas del mercado laboral moderno y facilitarles así su proceso de inserción.
Desde hace varias décadas el país eligió un modelo de desarrollo basado en la producción de alto valor agregado, guiado por empresas líderes de sectores como manufactura avanzada, servicios corporativos, tecnologías digitales y ciencias de la vida. Es por ello que el mercado demanda una mayor especialización y un manejo de conocimientos acordes con las exigencias de las empresas más importantes del mundo; la formación dual sin duda facilitará ese camino.
CONTACTO:
Jorge Sequeira Picado, Director General CINDE
*Opinión Y FOTO publicada en LA REPUBLICA