¿Por qué no es buena idea obligar a los empleados a volver a la oficina?

Ya sabes eso que dicen de «no mires atrás», pero esto parece no aplicarse en el caso del teletrabajo. «Toma asiento, busca dónde enchufar el portátil y a trabajar».
*Por Nino Padova
Ya sabes eso que dicen de «no mires atrás», pero esto parece no aplicarse en el caso del teletrabajo. «Toma asiento, busca dónde enchufar el portátil y a trabajar».
Al menos, ese parece ser el mensaje de muchas empresas últimamente. Estamos en 2023 y el debate sobre el teletrabajo sigue más candente que nunca. Cada vez son más los jefes que indican a sus empleados que vuelvan a la oficina, aunque estos exigen flexibilidad.
Algunos creen que una economía hundida, junto con los puntos débiles del mercado laboral, han dejado todas las cartas en manos de las empresas. Otros sostienen que imponer la presencialidad terminará espantando a los mejores profesionales.
«Ahora mismo estamos en un tira y afloja», declaró David Garfield, director global de sectores de la consultora AlixPartners, a The Wall Street Journal. «Las empresas están pasando por un momento delicado».
Pero lo mismo ocurre con los empleados, dado que hay un abrumador porcentaje al que le preocupa perder su empleo.
Por tanto, ahora que nos adentramos en el tercer año del experimento del teletrabajo, vamos a analizar las consecuencias de estas indicaciones y lo que significan para el lugar de trabajo y para el personal.
Hay tres motivos por los que quizá debas replantearte obligar a tus empleados a volver a la oficina:
- Podría ahuyentar a los mejores: la presencialidad obligatoria fomenta la rotación de personal
«Las empresas que intenten volver a las antiguas costumbres perderán a sus mejores profesionales», aseguró Raj Choudhury, economista de Harvard Business School, a Wired. Raj cuenta que, históricamente, han sido los candidatos más solicitados los que han dado forma al lugar de trabajo, no sus jefes.
«Hay dos tipos de empresas», explica. «Una es la que acepta el teletrabajo y la otra es la que niega esta evolución. Y yo creo que estas últimas perderán a su plantilla».
De hecho, hay estudios que demuestran que las empresas que imponen políticas de regreso obligatorio a la oficina tienen más probabilidades de sufrir problemas de rotación de personal. Según un informe de 2022 de Criteria Corp, el 56 % de los profesionales de contratación en empresas que exigen la presencialidad afirma que la rotación de personal es un problema importante. Esa cifra cae al 50 % en el caso de las empresas con un modelo híbrido y al 41 % en empresas con un modelo en remoto.
Y ningún sector se libra de la rotación. Los efectos se notan incluso en el sector financiero, que ha sido el más golpeado por el regreso a la oficina. Los empleados se están marchando de bancos tan importantes como JPMorgan por sus políticas genéricas, mientras que firmas más flexibles están recibiendo nuevos candidatos.
«No puedo decir que nos hayamos beneficiado de un mayor número de empleados», expresó John Pierce, director de desarrollo empresarial de Cetera Financial Group, a ThinkAdvisor. «Lo que sí puedo decir es que nuestra lista de candidatos ha aumentado gracias a muchos profesionales disconformes con las firmas donde trabajan actualmente».
- Se resiente la implicación de los empleados: la presencialidad obligatoria puede fomentar los niveles de fatiga y la intención de marcharse de la empresa
No hace falta tener un máster en psicología industrial y organizativa para saber que las empresas salen ganando cuando su plantilla se implica. (Aunque sí lo tienes, tampoco está de más).
En un artículo de blog para la plataforma de asesoramiento y formación profesional BetterUp, la Dra. Erin Eatough analizó los datos de una encuesta que recogía la opinión de más de 2.000 trabajadores estadounidenses acerca del regreso a la oficina, y los resultados no sorprenden.
Los empleados que trabajan en entornos híbridos o remotos se sienten «mejor cuidados, más apoyados y tienen un mayor sentido de pertenencia» que aquellos que deben acudir en persona a su lugar de trabajo.
Este último factor, el de la pertenencia, puede descolocar a los directores. Al fin y al cabo, ¿no es lógico que una plantilla se sienta más unida al compartir el mismo espacio y, por tanto, comparta un sentido de pertenencia más profundo?
Según Erin, eso no funciona así exactamente. «La pertenencia no tiene nada que ver con ocupar el mismo espacio físico», aclara. «Guarda relación con la inclusión y la aceptación. Es más probable que desarrolles el sentido de pertenencia cuando sientes que se te acepta tal como eres y que formas parte de algo más grande que tú».
Ben Wigert, director de investigación y estrategia para la gestión del lugar de trabajo de Gallup, aporta un punto de vista menos sentimental. En su opinión, obligar a los trabajadores a volver bajo la amenaza de medidas disciplinarias puede fomentar la desmotivación y generar miedo y desconfianza.
Una encuesta de Gallup revela que esos empleados muestran una implicación y un bienestar bastante más bajos, y una intención de marcharse y niveles de fatiga mucho más altos.
Y como cualquier responsable de contratación del planeta podrá confirmar, esos son problemas importantes.
- La diversidad, igualdad e inclusión podría salir mal parada: los trabajadores de grupos infrarrepresentados están especialmente a favor del teletrabajo
Incluso antes de que la pandemia nos forzara a pasar tiempo de calidad con nuestros gatos, la vida de oficina estaba abocada a una reforma integral. Con espacios de trabajo despersonalizados y genéricos, agotadores viajes en transporte público y una conciliación laboral cada vez más complicada, empezaba a vislumbrarse que el modelo de la presencialidad había dejado de funcionar.
Sobre todo, si no eres hombre y blanco.
Un estudio de Future Forum revela que las personas de la comunidad negra están mucho más a favor del teletrabajo que sus compañeros blancos. En Estados Unidos, cerca del 97 % de los trabajadores del conocimiento de la comunidad negra afirma que preferiría un modelo híbrido o totalmente remoto, en comparación con solo el 79 % de sus homónimos blancos.
Esa diferencia se debe a que el entorno de la oficina no siempre ha sido agradable para los profesionales negros, que tienen más probabilidades de experimentar discriminación y microagresiones. Lo mismo ocurre con otros grupos infrarrepresentados.
«No se trata solo de dar a los empleados negros la posibilidad de trabajar desde casa mientras que los ejecutivos blancos vuelven a los viejos hábitos», afirma Sheela Subramanian, vicepresidenta de Future Forum. «La cuestión es que hay que cambiar la manera de trabajar desde los cimientos y lograr que sean las propias personas las que fomenten la inclusividad».
Sheela comenta que la igualdad real pasa por rediseñar el lugar de trabajo por completo. «Aunque el trabajo flexible por sí solo no sea la solución, es un punto de partida esencial para alejarse de muchas de las desigualdades estructurales que impregnan el lugar de trabajo en EE. UU.»
* Nino Padova | Writer, Editor, Content Strategist | @LinkedIN
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